martes, 22 de noviembre de 2011

Contacto corporal y sexualidad.


Las características del contacto corporal en las fases iniciales del crecimiento inciden en la mayor o menor capacidad de comunicación corporal adecuada y satisfactoria de la etapa adulta, fundamentalmente en la facilidad para expresar los afectos con el cuerpo y en la sexualidad, pues esta se desarrolla sobre la estructura de base construida en los primeros años de vida. A través del contacto corporal el cuerpo aprende a obtener placer, a responder a los estímulos y a emitir mensajes eróticos. 
Múltiples investigaciones han dejado en evidencia que quienes han recibido un contacto corporal materno adecuado tienen más facilitadas las relaciones táctiles que quienes han carecido de tales cuidados.
La doctora Elizabeth McAnarney, experta en embarazo adolescente, ha sugerido que en las niñas de 10 a 14 años el coito puede ser una conducta de propósito no sexual y que, a inicios de la adolescencia, los motivos para practicarlo prematuramente son más la búsqueda de cercanía y cariño de otro ser humano que el placer sexual.
En la misma línea se encuentra la lectura que hace Alexander  Lowen, creador de la Bioenergética, respecto de la tendencia a una actividad sexual compulsiva. En su observación clínica, las mujeres que carecieron de estimulación táctil en la lactancia y en la vida adulta tienden a entablar relaciones sexuales como un intento desesperado de obtener contacto corporal: “Esta actividad compulsiva podría hacerlas pasar por personas excesivamente sexuales, cuando, en realidad, se daría el caso contrario, ya que la actividad deriva de una necesidad de estimulación erótica más que de una sensación de carga o excitación sexual. La actividad sexual de esta índole nunca conduce a la satisfacción o plenitud orgásmica, sino que deja a la persona vacía y decepcionada”.
Una sexualidad activa contribuye de manera fundamental al bienestar de las personas. Cada persona necesita encontrar el medio para experimentarla y esto ocurre si logra escuchar su deseo, acepta su singular manera de concebirla, respeta sus preferencias y elige en consecuencia. En este sentido, todas las formas de disfrute son válidas siempre que se vivan con un bienestar basado en el cuidado personal y en el de los otros involucrados, si es que los hay. En el marco de la pareja, la sexualidad activa incluye a las relaciones sexuales, los juegos previos, el ejercicio de la seducción, las caricias, los besos en la boca y los diálogos respecto a cómo cada uno la experimenta.
La experiencia de una sexualidad saludable supone implicación, interés, responsabilidad, ternura y conciencia de las necesidades, sensibilidades y vulnerabilidades del otro.

Responde por escrito y reflexiona:
1.    ¿Con quien te contactas corporalmente con regularidad fuera de la actividad sexual?
  1. ¿Con qué parte/s del cuerpo sueles contactar a las personas (beso – abrazo – palmadas – dar la mano, otros) y cómo es ese contacto (superficial, fuerte, agradable, desagradable? (Confecciona una lista de a quienes y qué partes corporales a cada una/o y lo que experimentas)
  2. ¿Por quien o quienes eres abordada corporalmente con regularidad?
  3. ¿En qué parte/s del cuerpo sueles ser tocada? (Hacer una lista de las personas y de las partes corporales)
  4. ¿Cuándo deseas o quieres que te toquen?
  5. ¿Cómo deseas o quieres ser tocada?
  6. ¿Sientes la necesidad física de ser tocada/o fuera de la actividad sexual?
  7. ¿Cuándo crees que las otras personas de tu entorno desean o necesitan ser tocadas?
  8. ¿Cómo podrías describir el comportamiento táctil de tus padres con: respecto a ti, entre ellos, con relación a otras personas?
  9. ¿Has tenido alguna experiencia desagradable o que registraras como abuso corporal? ¿Experimentaste esa intrusión en etapas u ocasiones en las que no podías defenderte o elegir? Si tu respuesta es positiva ¿Crees que has podido superar las marcas que esto ha dejado en tu vida? ¿Has pedido ayuda para elaborar esa experiencia?
11.  ¿Cuáles son las restricciones o inhibiciones que sientes para tocar a otras personas? (hora, lugar, ocasión, persona, parte del cuerpo)
  1. ¿Te es de ayuda el contacto corporal en algunas ocasiones? ¿De qué manera?
  2. ¿Cómo describirías, usando adjetivos, la clase de contacto físico, no sexual, que desearías?
  3. Con el correr de los años, tu necesidad de contacto físico ¿ha aumentado o disminuido? ¿a qué lo atribuyes?
  4. ¿Piensas que hay una edad en la que debería cesar o limitarse el contacto corporal entre las personas?
  5. ¿Cuántas veces abrazas al día? ¿Cuántas veces deseas que te abracen?
  6. ¿Qué dos cosas (sin tapujos) podrías decirle a tu compañero/a sexual sobre el tacto, el contacto y la relaciones sexuales, que quisieras que el/ella supieran para tu beneficio?
 Extraído del libro “Mujeres al rescate de la fuerza interior”
Alicia López Blanco (Paidós).

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